Cómo aumentar el rendimiento en maíz
Incrementar el rendimiento es uno de los principales objetivos de todo agricultor, también, por supuesto, de los productores de maíz.
El maíz es uno de los principales granos que se cultivan en todo el planeta. América Latina es la región con la mayor superficie de maíz cultivada, seguida por Asia y África. Los principales países productores de maíz son Estados Unidos, China, Brasil, México y Argentina.
La producción mundial de maíz se ha prácticamente duplicado en 20 años. Según la FAO, en 2002 se produjeron en el mundo 603,5 millones de toneladas de maíz. Dos décadas después, en 2022, la organización baraja una cifra estimada de 1.116,3 millones de toneladas, casi el doble. Estamos viviendo un crecimiento sostenido de la producción de uno de los cereales más habituales del mundo, un auge que se produce en todos los continentes menos en Oceanía.
Este aumento se debe principalmente al incremento de la extensión dedicada al cultivo de este cereal, que ha pasado a nivel mundial de los 137,4 millones de hectáreas en 2002 a los 203,4 millones en 2022.
En cuanto al rendimiento, éste también ha ido creciendo desde los 4.400 kilos por hectárea en 2022 a los 5.700 de media a nivel mundial. Sin embargo, esta es la cifra que se queda más baja comparativamente teniendo en cuenta el aumento de producción y de hectáreas. Y este bajo rendimiento proviene de los malos resultados obtenidos en África principalmente, aunque los rendimientos en el resto de los continentes tampoco fueron óptimos.
Lo que se deduce de este análisis de cifras es que el rendimiento podría -y tendría- que ser mucho mayor si se quiere afrontar con garantías el crecimiento de la población mundial. Es de vital importancia aumentar el rendimiento en el cultivo de maíz en todos los continentes. Con una buena planificación y con las herramientas adecuadas se pueden obtener más de 12.000 kilos de maíz por hectárea e incluso llegar a las 15 o 20 toneladas en países con una agricultura tecnificada, con prácticas de manejo muy avanzadas y con unas condiciones óptimas.
Prácticas para incrementar el rendimiento
Entonces, ¿cómo podemos aumentar el rendimiento de maíz?
Evidentemente este objetivo requiere un enfoque integral que abarque desde la selección de semillas hasta las prácticas de manejo agronómico. Algunas de las estrategias clave son:
La selección de semillas de alta productividad y resistencia.
El óptimo manejo del suelo y la nutrición. Es importante conocer el tipo de suelo y ajustar su fertilización y estructura a los requerimientos del cultivo. Y, por supuesto, realizar una fertilización balanceada que incluya una adecuada provisión de nitrógeno, fósforo y potasio, que son tres de los elementos más necesarios el cultivo, además de zinc y boro, que también son esenciales en la formación del grano.
El riego eficiente. La elección del sistema de aporte de agua también resulta fundamental, además de la instalación de sistemas de monitoreo de la humedad, para determinar tanto estrés hídrico como exceso de agua.
El control de plagas y enfermedades. Para aumentar el rendimiento del cultivo de maíz debemos hacer frente a los distintos tipos de estrés biótico que se presenten.
La densidad de siembre y el espaciamiento. Es necesario ajustar la densidad de siembra para evitar la competencia excesiva entre plantas y asegurar que permita un correcto acceso a la luz, agua y nutrientes. Asimismo, será también importante asegurar un espaciamiento adecuado entras las filas y las plantas para maximizar la exposición a la luz solar.
Las prácticas de manejo agronómico, como la rotación de cultivos para mejorar la salud del suelo y reducir la presión de plagas y enfermedades.
La utilización de productos bioestimulantes y reguladores del crecimiento. Este tipo de soluciones mejoran la absorción de nutrientes, aportan vigor y refuerzan la planta frente a situaciones de estrés, con lo que evitan que ésta gaste energía en combatir efectos adversos y logran que se centre en producir al máximo posible.
Con la implementación de estas prácticas se puede lograr un aumento significativo tanto en la cantidad de granos por mazorca como en el peso de cada grano, lo que se traduce en un notable aumento de la rentabilidad en el cultivo de maíz.
Los bioestimulantes y el rendimiento de maíz
Este enfoque integrado no puede excluir hoy en día soluciones innovadoras que han demostrado que ayudan a todo tipo de cultivos a alcanzar picos de calidad y producción como nunca se habían registrado anteriormente. Estamos hablando de los bioestimulantes, que permiten a los cultivos acercarse o incluso llegar, si las demás condiciones lo permiten, al 100% de potencial productivo de forma sostenible.
Así, estas soluciones bioestimulantes o biotecnológicas se han convertido en las grandes aliadas a la hora de incrementar el rendimiento de todo tipo de cereales y particularmente de maíz. Más cuando el cultivo de este cereal no es ajeno a los desafíos a los que se enfrentan los agricultores y agricultoras a nivel planetario: el cambio climático, la escasez de agua o las nuevas regulaciones en cuanto a agroquímicos.
Con el uso de bioestimulantes se aumenta la producción en maíz tanto en secano como en regadío y se neutralizan los efectos que los fenómenos adversos puedan ocasionar en el cultivo.
Una de las soluciones manvert que ha demostrado ser más efectiva en el cultivo del cereal en general y del maíz en particular es manvert silikon-también denominado manvert ortosil-, un bioestimulante con una de las concentraciones de silicio asimilable más elevadas del mercado: un 30% p/p y un 36% p/v y con una tecnología exclusiva, Neovert tech, que reduce la partícula de silicio logrando una mayor concentración de este elemento en solución, un mayor cubrimiento de la planta y una mejor penetración en las hojas. El resultado es un gran aumento de la efectividad de manvert silikon y del silicio aplicado en comparación con otros productos a base de silicatos.
Y es que la mayoría de los cereales, entre los que se incluye el maíz, son especies acumuladoras de silicio. Dicho de otra forma, necesitan absorber silicio para obtener buenos rendimientos. Y está demostrado que la aplicación de este elemento proporciona una mayor tasa fotosintética, incrementa la productividad de las mazorcas, aumenta el vigor de la planta y reduce la transpiración y los efectos de distintos tipos de estrés.
En manvert hemos comprobado como la aplicación de manvet silikon ha repercutido en aumentos de producción de incluso más de 11% en el cultivo de maíz, además de incrementar el peso del grano, el índice de clorofila (IC) y el índice del vigor del cultivo (NDVI).
Con una sola aplicación de manvert silikon en el cultivo de maíz se pueden obtener resultados que se traducen en un aumento significativo del rendimiento de este cereal. Y si se añade a la aplicación manvert fruitsetter -también llamado manvert molibdeno mix o manvert masfruit en algunos países-, los resultados pueden multiplicarse aún más por los efectos de este bioestimulante rico en molibdeno, aminoácidos y NP que proporciona a la planta una mayor capacidad de aprovechamiento del nitrógeno y potencia la movilización de nutrientes hacia el grano, favoreciendo el engorde de éste.
La combinación de estos dos productos es uno de los tratamientos estrella del catálogo de soluciones manvert.
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