Cómo reducir el encamado en cereal
El encamado es un accidente vegetativo que provoca el vuelco o el doblado de la planta, por lo que ésta pierde su posición vertical. En ocasiones este abatimiento hace que la planta se quede tumbada sobre el suelo o que se rompan los tallos, provocando pérdidas en la cosecha.
El encamado no suele presentarse de forma uniforme en un campo, sino que suele afectar a ciertas secciones. También suele variar el grado de desplazamiento respecto a la perpendicular y la permanencia del abatimiento, factores que determinan la severidad del encamado.
Cultivos afectados
Este fenómeno puede afectar a una variedad de cultivos, frecuentemente aquellos con tallos largos y delgados, como los cereales y las leguminosas. Trigo, cebada, avena, arroz y centeno son de los cultivos más afectados.
Este accidente suele darse después de que las inflorescencias hayan emergido y puede darse en cualquier momento hasta la maduración del grano. De hecho, el riesgo de encamado avanza con el desarrollo y la maduración.
Consecuencias del encamado
Las consecuencias del encamado en los cultivos de cereales casi siempre desembocan en una reducción de la producción, pero también ocasionan una disminución de la calidad y más dificultad en el proceso de cosecha (lo que suele conllevar también un mayor gasto).
La reducción del rendimiento es una consecuencia de la reducción de la cantidad de luz solar que llega a las hojas cuando la planta está encamada, lo que reduce su capacidad para realizar la fotosíntesis y producir carbohidratos, con la consecuente reducción en la producción de granos o en el peso de los mismos.
Por otro lado, el encamado puede dificultar la recolección mecánica de los cereales, ya que las máquinas cosechadoras pueden tener dificultades para atravesar los campos con las plantas inclinadas o tumbadas. Esto acarrea una cosecha más lenta, menos eficiente y con mayores pérdidas de granos.
El encamado también puede conducir a un aumento del riesgo de las enfermedades, puesto que las plantas están más en contacto con el suelo y pueden ser más susceptible a enfermedades fúngicas y bacteriana que prosperan en suelos húmedos y cálidos.
Causas del encamado
Hay dos tipos de encamado: el encamado de tallo y el encamado de raíz. El primero consiste en el doblamiento o rotura de alguno de los entrenudos. En el encamado de raíz, los tallos se tumban rectos, sin romperse, debido a algún fallo en el anclaje del sistema radicular de la planta.
El encamado del tallo suele producirse por fenómenos ambientales, como granizo, lluvia o viento y suele darse en plantas que presentan cierta madurez. El encamado desde la raíz también puede deberse a un exceso de agua (combinada o no, con viento) o a enfermedades y plagas que afectan las raíces.
Sin embargo, los aspectos morfológicos de las plantas, como la variedad genética, también pueden condicionar el encamado, así como el abonado. Por lo tanto y, en resumen, este fenómeno puede verse influenciado por factores ambientales, morfológicos o por un manejo inadecuado del cultivo. Son obvios los estragos que pueden hacer los fenómenos meteorológicos en los campos de cereales y, como hemos dicho, el encamado es uno de ellos. Pero también hay que tener en cuenta la longitud del tallo, que puede venir determinada por la genética, un elevado abonado con nitrógeno o una baja radicación solar.
Estos factores influyen en la longitud, el diámetro y el grosor de las paredes del tallo. Y cuanto más alto y fino sea, más susceptible será de padecer un encamado de tallo.
Prevención/tratamiento
El encamado de raíz podrá prevenirse con un riego adecuado y con un sistema radicular sano, fuerte y vigoroso, que asegure el buen anclaje de la planta al suelo. La prevención del encamado del tallo pasará por lograr que éste sea firme y lo suficientemente fuerte para evitar que un fenómeno meteorológico adverso puede romperlo. Por lo tanto, será imprescindible reforzar las paredes celulares del tallo y aportar firmeza y dureza para reforzarlo todo lo posible con la finalidad de que pueda soportar estos fenómenos adversos.
Y, para lograr esta firmeza que el tallo necesita no hay nada más eficaz que el silicio, ya que este elemento se deposita en los tejidos vegetales, sobre todo en la pared celular, reforzando su resistencia y rigidez, lo que provoca que los tallos y las hojas estén más erectos, con lo que se mejora su resistencia al encamado. Pero los beneficios del silicio en el cultivo de cereales no terminan ahí. El aporte nutricional de silicio provoca una estimulación directa del crecimiento y rendimiento y una mejora de la fotosíntesis y de la polinización. El resultado es una reducción de la esterilidad de las espigas, un incremento de la productividad de las panículas y una reducción de los estreses sobre el cultivo.
Para asegurar la eficacia máxima del silicio lo más aconsejable es aplicar una solución con una alta concentración de silicio, como manvert silikon (también llamado manvert ortosil), que tiene un 30% p/p y un 36% p/v de silicio asimilable en solución y que además está formulado con la exclusiva tecnología Neovert tech, con la que se consigue esta mayor concentración de la materia activa en solución, y un mayor cubrimiento de las hojas y penetración en las mismas. El resultado es un notable aumento de la efectividad del producto.
En este vídeo se pueden apreciar las diferencias:
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