¿Qué son los bioestimulantes? Definición, tipos y beneficios
Los bioestimulantes son productos de cada vez más aplicados en nuestros campos y que se utilizan para maximizar el rendimiento agrícola y la producción de alimentos de una forma sostenible.
¿Qué son los bioestimulantes?
Como la propia etimología de la palabra indica, bio- significa “vida” y estimulante significa “que provoca estímulo”. Así, un bioestimulante agrícola es un producto que “estimula la vida” (de las plantas).
El European Biostimulant Industry Council (EBIC), la asociación de bioestimulantes europea, los define del siguiente modo:
Los bioestimulantes de plantas son productos que contienen sustancias y / o microorganismos cuya función, cuando se aplica a las plantas o la rizosfera, es estimular los procesos naturales para mejorar / beneficiar la absorción de nutrientes, la eficiencia de los nutrientes, la tolerancia al estrés abiótico y la calidad de los cultivos.
Por lo tanto, los productos bioestimulantes son productos que estimulan los procesos naturales de las plantas para potenciar su eficiencia.
En este vídeo te contamos cómo lo hacen:
¿Qué diferencia los bioestimulantes de los fertilizantes?
Aunque los bioestimulantes y los fertilizantes comparten el objetivo de mejorar el crecimiento y la salud de las plantas, existen diferencias importantes entre ellos:
Su función:
Los fertilizantes están diseñados principalmente para proporcionar nutrientes esenciales a las plantas, como nitrógeno, fósforo o potasio, mientras que los bioestimulantes no proporcionan nutrientes directamente, sino que estimulan el desarrollo vegetativo y reproductivo y la salud de las plantas, entre otros procesos.
Su composición:
Los fertilizantes suelen contener altos niveles de nutrientes específicos, mientras que los bioestimulantes pueden contener una amplia variedad de ingredientes, como ácidos húmicos, extractos de algas, aminoácidos, o microorganismos.
Su acción:
Los fertilizantes actúan directamente sobre la nutrición de la planta, mientras que los bioestimulantes actúan indirectamente, mejorando distintos procesos fisiológicos de la planta, incrementando la capacidad de la planta para absorber nutrientes y superar periodos de estrés.
¿Qué contienen los bioestimulantes?
Los componentes de los bioestimulantes pueden variar en función de su formulación.
Algunos de los más comunes son:
Los extractos de algas, como la Ascophyllum nodosum, que contienen una gran variedad de nutrientes, vitaminas y bioactivadores de origen natu-ral que mejoran el crecimiento y la salud de las plantas.
Los ácidos húmicos y fúlvicos, que son compuestos orgánicos que se encuentran en el suelo, y que mejoran su fertilidad y la absorción de nu-trientes por parte de las plantas.
Los aminoácidos, que son esenciales para el crecimiento de las plantas, mejoran la absorción de nutrientes y promueven un crecimiento saludable.
Los microorganismos benéficos que ayudan a mejorar la salud del sue-lo
o los bioactivadores de origen natural, que son moléculas que mejoran la germinación de las semillas, el crecimiento de las raíces y el rendimiento de los cultivos.
Los beneficios de los bioestimulantes
Los bioestimulantes tienen numerosos beneficios para los cultivos:
Estimular el crecimiento del sistema radicular aumentando el potencial nutricional de la planta
Facilitar la disponibilidad y la absorción de nutrientes
Mejorar la calidad de frutas y hortalizas como su firmeza, el calibre, el nivel de azúcar o la vida post cosecha
Incrementar la tolerancia de los cultivos al estrés abiótico y biótico, como la sequía, el frío, el calor, la salinidad, las enfermedades o las plagas, reduciendo las pérdidas de producción.
Mejorar la fertilidad del suelo, su microbiota y estructura
Regular la cantidad de agua disponible para la planta
o mejorar el crecimiento vegetativo en todas sus fases y el ciclo repro-ductivo.
La producción agrícola debe ir a sistemas más productivos, eficientes y sostenibles, y el uso de bioestimulantes contribuye a hacer un mejor uso de recursos como el agua y a reducir el uso de productos químicos.
¿Qué beneficios tienen los bioestimulantes para el suelo?
Asmismo, los bioestimulantes ofrecen numerosos beneficios para el suelo como:
Mejorar su calidad, estructura y su capacidad de retención de agua, lo cual mejora su fertilidad.
Estimular la actividad microbiana, lo cual puede contribuir a descomponer los residuos de los cultivos y otros materiales orgánicos, y mejorar así la disponibilidad de nutrientes para las plantas.
Mejorar la absorción de nutrientes al estimular el crecimiento de las raíces y mejorar la actividad microbiana en el suelo.
Reducir la contaminación. Al mejorar la absorción de nutrientes por las plantas, los bioestimulantes agrícolas pueden reducir la lixiviación de nu-trientes en el suelo y el agua subterránea, lo que puede ayudar a reducir la contaminación ambiental.
E incrementar la biodiversidad. Al estimular la actividad microbiana en el suelo, los bioestimulantes contribuyen a aumentar la biodiversidad del suelo, lo cual ayuda a mantener la salud del suelo a largo plazo.
¿Los bioestimulantes son seguros para el medio ambiente?
Los bioestimulantes son productos seguros para el medio ambiente, y una opción sos-tenible, ya que contienen ingredientes naturales y son biodegradables.
Sin embargo, como cualquier producto agrícola, es importante utilizarlos de forma responsable y seguir las instrucciones del fabricante, asegurándose de seguir las dosis recomendadas y el modo de aplicación.
¿Qué papel juegan los bioestimulantes en la agricultura del siglo XXI?
Durante este siglo la humanidad se enfrenta a importantes desafíos. Según las previsiones, la población mundial alcanzará los 9 000 millones de habitantes en 2050. Los recursos naturales, como el agua, serán cada vez más escasos y caros, y el cambio climático marcará el ritmo de nuestras vidas.
La cantidad de tierra cultivable per cápita se reducirá y numerosas hectáreas de tierras actualmente fértiles se perderán en un futuro próximo debido al calor, la sequía o las inundaciones.
Según las previsiones, para satisfacer las necesidades de la población, la producción mundial de alimentos deberá aumentar un 70 %. Durante este siglo la agricultura se enfrenta a un reto sin precedentes: cómo alimentar a más personas con menos tierra cultivable, con menos agua disponible y bajo los efectos del cambio climático. Ahora más que nunca los agricultores y las agricultoras son claves en el desarrollo de nuestra sociedad para proporcionar alimentos a toda la población en cantidad, calidad y con la máxima seguridad alimentaria.
La agricultura deberá dar un salto exponencial y ser más productiva, más eficiente y adaptada a un clima cambiante sin afectar la sostenibilidad del planeta. Con la contribución de los bioestimulantes, este paso adelante es posible.
Los bioestimulantes son productos que estimulan los procesos naturales de las plantas para mejorar la absorción y la eficiencia de los nutrientes aplicados; para mejorar su disponibilidad en el suelo; y para incrementar la producción y la calidad apreciable por el consumidor.
Los bioestimulantes también pueden mejorar la vida poscosecha del alimento, alargando el plazo para su consumo óptimo y reduciendo las pérdidas por mal estado.
Además, ayudan a superar períodos de estrés tras sequías, heladas, altas temperaturas o exceso de radiación solar. Por todo ello, los bioestimulantes ya forman parte del manejo integral del cultivo, al igual que lo hacen el agua, la luz, los fertilizantes y los fitosanitarios. Y su papel será cada vez más importante con el paso del tiempo.
En definitiva, los bioestimulantes maximizan los beneficios de la agricultura para el conjunto de la población, al ayudar a paliar los efectos adversos del estrés abiótico, generado por el cambio climático.
Los bioestimulantes son y serán una pieza clave para afrontar el reto de la agricultura del siglo XXI. Con su uso adecuado es y será posible garantizar la alimentación de la población; mejorar la productividad de los cultivos; y aprovechar correctamente los recursos naturales necesarios.
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