La prevención, fundamental en la Phytophthora de la piña
El cultivo de piña (Ananas comosus) es de gran importancia económica en muchas regiones tropicales y subtropicales del mundo. Sin embargo, uno de los mayores desafíos para los productores es el control de enfermedades, especialmente las causadas por el género phytophthora.
Esta enfermedad puede causar graves pérdidas en la productividad si no se aborda de manera adecuada. A continuación, analizamos qué es la phytophthora en piña, sus causas y las estrategias de prevención más efectivas.
¿Qué es la phytophthora en piña?
La phytophthora es un género de patógenos oomicetos que afecta a numerosas especies vegetales, entre ellas, la piña.
En este cultivo, las especies más frecuentes son:
Phytophthora nicotianae var. parasitica: Este patógeno provoca pudrición de raíces, hojas y tallos, especialmente en plantas jóvenes en etapas de rápido crecimiento, entre los 45-60 días y los 5-7 meses tras la siembra. Su presencia se reporta en focos aislados, con mayor incidencia en zonas donde la plantación sufre situaciones adversas o zonas de alto tránsito de maquinaria o de personal. Este patógeno también es favorecido por una humedad elevada y es transportado por el agua. Es más común durante temporadas lluviosas, especialmente en días calurosos.
Los síntomas iniciales afectan el corazón de la roseta y las raíces, que se desprenden fácilmente, presentando necrosis y pérdida de funcionalidad. Luego, el follaje muestra clorosis progresiva, las hojas apicales mueren, y las centrales se desprenden con un halo necrótico y pudrición con mal olor. Los frutos rara vez se ven afectados, pero cuando lo están, presentan necrosis basal progresiva, momificación y un halo necrótico al ser cortados.
Phytophthora cinnamomi: Esta especie causa la “pudrición de los frutos”, con mayor incidencia tras el forzamiento y durante la apertura floral, aunque también se presenta en plantaciones desarrolladas. En la parte aérea, los síntomas incluyen clorosis de avance lento y muerte de las puntas de las hojas apicales, sin desprendimiento fácil ni olores fuertes. En el tallo, al cortarlo longitudinalmente, aparece tejido blanco, duro y rodeado de un halo necrótico. Los frutos muestran tejido blando, necrótico y momificado, con síntomas que inician de forma basal o apical, desprendiéndose las hojas de la corona. La aparición de micelio blanco, en condiciones de alta humedad, es un signo diagnóstico de la enfermedad.
Este hongo sobrevive en materia orgánica, en los rastrojos y en los hijos, requiriendo alta humedad para germinar y dispersarse mediante agua, aire o vectores, pudiendo aparecer tanto en épocas secas como lluviosas.
Los síntomas de esta enfermedad incluyen:
Clorosis: Pérdida de color verde en las hojas, que se tornan amarillentas.
Necrosis: Muerte del tejido en las puntas de las hojas superiores, seguido por desprendimiento de las hojas centrales.
Pudrición del cogollo: El tejido del área central se vuelve pardo y desprende un olor desagradable.
Pudrición de raíces: Descomposición que afecta la capacidad de la planta para absorber agua y nutrientes. Entre las variedades de piña más susceptibles destaca la MD2, ampliamente cultivada debido a su sabor y dulzura, pero particularmente vulnerable a la pudrición del cogollo y las raíces.
Causas de la phytophthora en piña
Las infecciones por phytophthora están influenciadas por varios factores ambientales y prácticas de manejo agrícola.
Las principales causas incluyen:
Humedad elevada: Las condiciones de alta humedad favorecen la proliferación del patógeno.
Suelos mal drenados: La acumulación de agua crea un entorno ideal para el desarrollo de phytophthora.
Uso de material infectado: Las plántulas contaminadas facilitan la diseminación del patógeno.
Prácticas culturales deficientes: La falta de rotación de cultivos y manejo inadecuado del riego aumentan la susceptibilidad.
pH del suelo: Los suelos con pH superior a 5 favorecen la incidencia de esta enfermedad.
Cómo prevenir la phytophthora en piña
La prevención de esta enfermedad es esencial para garantizar la rentabilidad del cultivo.
Algunas de las principales estrategias son:
Selección del sitio y preparación del terreno: Optar por terrenos con buen drenaje natural y evitar áreas propensas a encharcamientos. Además, es recomendable establecer drenajes y camas elevadas que faciliten la evacuación del exceso de agua.
Uso de material vegetal sano: Elegir plántulas libres de enfermedades es crucial. Antes de la siembra, se recomienda tratar el material de siembra para reducir el riesgo de infección.
Rotación de cultivos: Implementar rotaciones con cultivos no susceptibles a phytophthora ayuda a reducir la carga del patógeno en el suelo.
Control de malezas y residuos: Las malezas y los restos de cultivos pueden actuar como reservorios de phytophthora. Por ello, su eliminación es fundamental para prevenir brotes.
Higiene agrícola: Desinfectar herramientas y maquinaria antes de su uso evita la propagación del patógeno. Asimismo, es importante restringir el movimiento de suelo contaminado entre parcelas.
Tratamiento agroquímico: El fosfito de potasio ha demostrado ser efectivo para el control de la pudrición del cogollo y las raíces. Se recomienda aplicarlo de forma preventiva, especialmente durante la época lluviosa. Sin embargo, en el cultivo de la piña la phytophtora se presenta en numerosas ocasiones en complejo con la erwinia. En este caso, los productos a base de cobre han demostrado ser eficaces al aumentar las defensas de la planta frente a este tipo de problemas.
La phytophthora representa una amenaza significativa para la producción de piña. No obstante, con la aplicación de buenas prácticas agrícolas y un manejo integrado adecuado, es posible reducir considerablemente su impacto. Implementar medidas preventivas como el control de humedad, el uso de material sano o la aplicación de productos con cobre, es esencial para proteger el cultivo y garantizar su productividad a largo plazo.
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