Las trichodermas y sus beneficios en la agricultura
La trichoderma es un género de hongos que se utiliza ampliamente en la agricultura debido a sus múltiples beneficios para los cultivos. Este microorganismo se emplea como biofungicida y bioestimulante en distintos cultivos, actuando tanto en la protección contra patógenos como en la mejora de la salud y productividad de las plantas.
Beneficios de la trichoderma en los cultivos
Los beneficios de la trichoderma en los cultivos se pueden resumir en:
1. Control biológico de patógenos: La trichoderma actúa como un agente de biocontrol, combatiendo hongos patógenos que afectan a las plantas, como Fusarium, Pythium y Rhizoctonia. Esto se debe a su capacidad para producir enzimas que degradan las paredes celulares de los patógenos y a la competencia por espacio y nutrientes entre los hongos patógenos y los benéficos como la trichoderma.
2. Estimulación del crecimiento vegetal: Este hongo promueve el crecimiento de las plantas mediante la producción de fitohormonas, como auxinas, citoquininas y giberelinas, que mejoran el desarrollo radicular y la absorción de nutrientes.
3. Mejora de la disponibilidad de nutrientes: La trichoderma puede solubilizar nutrientes del suelo, como fósforo y micronutrientes, haciéndolos más accesibles para las plantas.
4. Inducción de resistencia sistémica: Al entrar en contacto con la planta, la Trichoderma puede activar mecanismos de defensa en la planta, aumentando su resistencia a futuras infecciones. Esta inducción de resistencia sistémica prepara a las plantas para enfrentar condiciones adversas, contribuyendo a una mayor resiliencia.
5. Degradación de materia orgánica: Este hongo contribuye a la descomposición de materia orgánica en el suelo, mejorando su estructura y fertilidad.
Tipos de trichodermas
¿Qué tipos de trichodermas existen en la agricultura y cuál es la función o diferencia entre cada una de ellas?
En la agricultura, se utilizan varias especies de trichoderma debido a sus diferentes capacidades y beneficios específicos. Estas son algunas de las especies más comunes y sus funciones:
1. Trichoderma saturnisporum
Función: T. saturnisporum es conocida por su alta capacidad para inducir resistencia sistémica en las plantas y su tolerancia a condiciones extremas de estrés abiótico, como la salinidad y la sequía. Es la única especie que tolera temperaturas de hasta 41º C y tiene una alta capacidad de solubilización de manganeso, hierro y magnesio
Beneficios: Esta especie se destaca en suelos salinos o en cultivos sometidos a condiciones de estrés hídrico y abiótico, como las altas temperaturas. Su capacidad para mejorar la resistencia de las plantas a estos factores la convierte en una opción valiosa en áreas donde el cambio climático ha impactado la disponibilidad de agua y la calidad del suelo. Además, T. saturnisporum no solo ayuda en el biocontrol de patógenos, sino que también promueve la producción de compuestos antioxidantes en las plantas, lo que las ayuda a resistir mejor el estrés.
2. Trichoderma harzianum
Función: Es una de las especies más utilizadas como agente de biocontrol y bioestimulante. Produce enzimas que degradan las paredes celulares de los patógenos y compite eficazmente por espacio y nutrientes.
Beneficios: Controla enfermedades causadas por hongos como Fusarium, Pythium y Rhizoctonia. También promueve el crecimiento de las plantas al producir fitohormonas y la salud del suelo.
3. Trichoderma viride
Función: Conocida por su capacidad para degradar materia orgánica y mejorar la estructura del suelo y la protección de las raíces.
Beneficios: Facilita la descomposición de residuos orgánicos, mejorando la fertilidad del suelo y la disponibilidad de nutrientes para las plantas. También produce metabolitos que pueden inducir resistencia sistémica.
4. Trichoderma atrovirida
Función: Actúa principalmente como un agente de biocontrol mediante el micoparasitismo y la producción de antibióticos naturales.
Beneficios: Controla una amplia gama de patógenos del suelo y foliares, y puede inducir resistencia sistémica en las plantas.
5. Trichoderma koningii
Función: Eficaz en la solubilización de fósforo y otros nutrientes del suelo.
Beneficios: Mejora la disponibilidad de nutrientes esenciales para las plantas, promoviendo un crecimiento más vigoroso y saludable.
6. Trichoderma asperellum
Función: Conocida por su capacidad para inducir resistencia en las plantas y mejorar la tolerancia al estrés abiótico.
Beneficios: Ayuda a las plantas a resistir condiciones adversas como sequía y salinidad, además de controlar patógenos.
7. Trichoderma reesei
Función: Aunque menos común en el biocontrol directo, T. reesei es conocida por su capacidad de producir enzimas, especialmente celulasas, lo cual es beneficioso para la degradación de materia orgánica en el suelo.
Diferencia: Esta especie es frecuentemente empleada en aplicaciones de compostaje y en la mejora de la fertilidad del suelo, ya que ayuda en el reciclaje de nutrientes y en la descomposición de residuos orgánicos.
Diferencias clave:
Mecanismos de acción: Aunque todas las especies de trichoderma actúan como agentes de biocontrol, cada una tiene mecanismos específicos como el micoparasitismo, la producción de antibióticos, o la competencia por nutrientes.
Efectos en el suelo y las plantas: Algunas especies son más eficaces en la mejora de la estructura del suelo y la disponibilidad de nutrientes, mientras que otras son mejores en la inducción de resistencia y el control de patógenos.
Por tanto, la elección de la especie de trichoderma depende del objetivo en el cultivo: algunas especies son más adecuadas para el control de patógenos específicos, mientras que otras destacan en la estimulación del crecimiento o en la mejora del suelo. La combinación de especies también es una práctica común, ya que puede ofrecer un espectro más amplio de beneficios, aprovechando las fortalezas de cada una para un manejo integral de cultivos.
Orígenes, actualidad y proyección
Los beneficios del hongo trichoderma en la agricultura comenzaron a ser reconocidos a mediados del siglo XX. Durante las décadas de 1950 y 1960, se realizaron investigaciones científicas que demostraron su capacidad para actuar como agente de biocontrol contra hongos fitopatógenos. Sin embargo, fue en las décadas de 1970 y 1980 cuando se intensificaron los estudios y se empezaron a desarrollar productos comerciales basados en Trichoderma para su uso en la agricultura. En los años 90, con la expansión de la biotecnología y el aumento de la consciencia ambiental, el uso de la trichoderma como biofungicida y bioestimulante aumentó, promoviendo su inclusión en prácticas de manejo integrado de plagas.
En el contexto agrícola actual, la trichoderma representa una herramienta esencial en la transición hacia una gestión sostenible de los cultivos. El uso de productos biológicos está en aumento debido a las restricciones ambientales y sociales sobre el uso de agroquímicos. Además, su capacidad para mejorar la salud del suelo y la resistencia de las plantas contribuye a una mayor productividad y calidad de los cultivos.
En los próximos años, se espera que la relevancia de trichoderma aumente considerablemente, impulsada por la demanda de prácticas agrícolas más ecológicas y por la investigación en tecnologías de biocontrol. La innovación en biotecnología está permitiendo el desarrollo de cepas más específicas y eficaces, adaptadas a diferentes condiciones de suelo y clima, lo que mejorará su eficacia en distintas regiones y cultivos. Además, la integración de la trichoderma en sistemas de agricultura de precisión y su combinación con otras tecnologías emergentes, como los biofertilizantes y biopesticidas, potenciarán aún más su impacto positivo en la agricultura global.
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