Estrategias para la salida de la dormancia de la vid
La dormancia de la vid es una fase importante en este cultivo. Es la etapa de descanso que dura unos meses y que necesitan las parras para poder ser productivas a la siguiente cosecha. Es una fase de recuperación de fuerzas que empieza en otoño y que termina al finalizar el invierno.
Esta división clásica del reposo invernal, atribuida a R. Pouget, está basada en cinco etapas consecutivas, desde la formación del brote, hasta su rebrote en el siguiente ciclo vegetativo:
Fase de pre-reposo vegetativo. Al caer las hojas y quedar la planta desnuda comienza esta fase. Cuando las yemas se forman sobre el pámpano del año, se alcanza un nivel de organogenia suficiente para que sean aptas para desarrollarse y permitir la formación de un nuevo brote cuando las condiciones sean favorables. Es una fase corta, de una semana.
Fase de entrada en reposo vegetativo. Duración de unas dos semanas, donde las yemas latentes pierden la posibilidad de brotar rápidamente, debido a la presencia de ácido abscísico, correspondiendo a la época de agostamiento.
Fase de reposo vegetativo. Se trata de una fase larga, de uno a dos meses donde las yemas descansan, caracterizándose al principio por un elevado tiempo de brotación, para después disminuir por las temperaturas crecientes.
Fase de levantamiento de reposo vegetativo. Se trata de un período corto de una semana que exige temperaturas frías con medias diarias de 10° C. El cambio climático afecta a estas fases, con repentinas subidas y bajadas de temperatura que pueden desorientar a la planta.
Fase de prebrotación. Se trata de la fase más larga y paciente de la dormancia. Durante 3 o 4 meses, las yemas que sufrieron la acción de las bajas temperaturas, adquieren la aptitud de brotar rápidamente en todas la temperaturas (con una primavera ya a la vuelta de la esquina y los termómetros subiendo).
La dormancia y el calentamiento global
En los últimos tiempos, el calentamiento global y unos inviernos cada vez más cortos con temperaturas templadas hacen que los cultivos como la vid no acumulen suficientes horas de frío y que su salida de la dormancia no sea homogénea ni, en ocasiones, cuando correspondería.
Para ello, en numerosos países -como en México, en Chile o en Perú- se usa la cianamida hidrogenada, un fitoregulador que ayuda a romper la dormancia.
En manvert hemos comprobado que la aplicación de manvert foliplus en combinación con este tratamiento convencional durante el receso invernal es altamente eficaz no solo en la mejora del proceso de ruptura de la dormancia, sino también en la estimulación y uniformidad de la brotación de yemas y en el incremento de la longitud de los brotes, lo que reduce considerablemente los costes de la producción en el momento de la cosecha.
manvert foliplus es un bioestimulante orgánico completo con aminoácidos, extracto de algas, azúcares reductores y bioactivadores de origen natural cuya sinergia estimula considerablemente la brotación, la floración y el crecimiento de las plantas y sus frutos.
Ensayo en México
Las ventajas de esta combinación resultaron muy evidentes en un reciente ensayo realizado en México, concretamente en Hermosillo, Sonora, en plantas de uva de mesa de la variedad Flame. Para establecer el ensayo, la parcela se dividió en dos zonas delimitadas de aproximadamente igual superficie: en un sector se realizó la aplicación del tratamiento estándar comercial (T1) a base de Cianamida Hidrogenada y en el segundo sector se realizó el tratamiento a base de Cianamida Hidrogenada junto con manvert foliplus en dos aplicaciones distanciadas 14 días.
Las aplicaciones se realizados en enero, concretamente el día 3, coincidiendo con el estado fenológico 00 (Letargo) de la escala BBCH y el día 17, en el estado fenológico 00 y 01 BBCH (Letargo y comienzo del hinchado de las yemas).
Es importante mencionar que, durante el transcurso del ensayo, se produjo una helada la primera semana de febrero, provocando la afectación en el desarrollo de la brotación. Los resultados fueron muy evidentes desde pocos días después de la primera aplicación de manvert foliplus:
Se observó que las aplicaciones del estándar comercial junto con manvert foliplus complementan en el proceso fisiológico de la dormancia, la acumulación de horas frío sin comprometer la fisiología de la planta, consiguiendo un notable anticipo de la brotación en el cultivo con diferencias significativas respecto la aplicación única del estándar comer-cial (T1).
Es decir, las aplicaciones de manvert foliplus ayudaron al tratamiento estándar a incrementar la estimulación y la uniformización de la brotación sin lugar a dudas.
A medida que pasaban los días los resultados también se hicieron más evidentes. 69 días después de la primera aplicación, o sea, el 12 de marzo, la longitud de los brotes tratados con manvert foliplus era un 54% mayor, como muestra el gráfico:
Este incremento se traduce en un aumento de la masa vegetativa del cultivo, siendo esta capaz de sustentar un correcto desarrollo en el futuro proceso de floración y cuaja.
Este incremento se tradujo en un aumento de la producción comercial recolectada en la primera cosecha, que se elevó en un 73% en la zona tratada con manvert foliplus, como consecuencia de la anticipación de la brotación, de la maduración y de la reducción del número de yemas ciegas, llegando a alcanzar una diferencia de 1.785 kg más por hectárea de racimos que reunían la calidad óptima, tanto de coloración como de tamaño, según el criterio de recolección.
En el siguiente gráfico se expresa el aumento de la producción comercial de la primera cosecha:
Como hemos mencionado anteriormente, en febrero se produjo una bajada de las temperaturas alcanzado valores de -2/-3ºC durante varias horas en la parcela comercial donde se realizaba el ensayo.
Detalle del buen estado de los brotes en el tratamiento con aplicaciones del estándar comercial junto con manvert foliplus a 2L/ha después de una fuerte helada (-2/-3ºC).
En este sentido, las plantas tratadas con el estándar comercial junto con manvert foliplus, al encontrarse más adelantadas fenológicamente con brotes más desarrollados respecto a los del tratamiento únicamente con el estándar comercial, consiguieron resistir mejor las condiciones de bajas temperaturas, lo que se tradujo en una disminución del 53% del número de brotes dañados, según muestra el siguiente gráfico: