El poder de las algas como bioestimulantes
El uso de algas como bioestimulantes se extiende campaña tras campaña, en consonancia con la agricultura sostenible que se busca obtener hoy en todo el mundo. La vinculación entre las algas y la agricultura ha adquirido una relevancia destacada en los últimos años.
Según la firma internacional de análisis de mercados Standard & Poor's, en 2022 el mercado mundial de bioestimulantes alcanzó aproximadamente los 3.000 millones de dólares, y las formulaciones basadas en extractos de algas constituyeron alrededor del 40% de este total.
No obstante, su uso está apenas iniciándose, ya que se calcula que solo uno de cada diez profesionales de la agricultura conoce los beneficios de los bioestimulantes y del extracto de algas.
Uso desde hace siglos
El uso de las algas para promover el crecimiento de los cultivos tiene antecedentes antiguos: civilizaciones como la china y la romana ya las usaban.
A partir del siglo XIX, los científicos comenzaron a investigar y a entender mejor la composición química de las algas marinas.
En el siglo XX se desarrollaron fertilizantes a base de algas. En la década de 1950 se identificaron compuestos específicos, como las fitohormonas, que desempeñan un papel clave en la estimulación del desarrollo vegetal. En las décadas de 1980 y 1990, con la creciente consciencia sobre la sostenibilidad y la necesidad de adoptar prácticas agrícolas más ecológicas, el interés en los bioestimulantes y con ellos en el extracto de algas experimentó un resurgimiento.
Actualmente, en pleno siglo XXI, la investigación científica continúa avanzando y el uso de algas como uno de los componentes esenciales de numerosos bioestimulantes está cada vez más extendido y seguirá en alza según todos los expertos. Y es que sus propiedades casan a la perfección con los requisitos de la agricultura actual y futura.
La composición de las algas
Los extractos de algas no encajan en la definición de fertilizantes, ya que no contienen cantidades abundantes de macro y microelementos, aunque si podemos encontrarlos en trazas.
Lo que sí contienen las algas es una gran cantidad de polisacáridos complejos que no están presentes en las plantas terrestres. De ahí procede su gran poder bioestimulante. Estos compuestos actúan de varias maneras para estimular las funciones fisiológicas de las plantas y mejorar su capacidad para enfrentar situaciones adversas. Algunos de los componentes más destacados son:
Fitohormonas: Las algas contienen fitohormonas, como auxinas, giberelinas y citoquininas, que regulan el crecimiento y desarrollo de las plantas. Estas hormonas pueden influir en la elongación celular, la división celular y la formación de raíces, lo que resulta en un crecimiento más vigoroso.
Oligoelementos: Los extractos de algas son ricos en oligoelementos esenciales como hierro, zinc, manganeso y cobre. Estos micronutrientes son cruciales para diversas funciones metabólicas y enzimáticas en las plantas, y su presencia en los extractos de algas puede corregir deficiencias nutricionales.
Polisacáridos y carbohidratos: Los polisacáridos presentes en los extractos de algas pueden actuar como elicitores, estimulando respuestas de defensa en las plantas. También pueden mejorar la capacidad de las plantas para retener agua y nutrientes.
Aminoácidos: Los aminoácidos son los bloques de construcción de las proteínas, y su presencia en los extractos de algas puede proporcionar a las plantas los componentes necesarios para la síntesis de proteínas, lo que es esencial para el crecimiento y desarrollo.
Antioxidantes: Algunos extractos de algas contienen antioxidantes que pueden ayudar a las plantas a combatir el estrés oxidativo, protegiendo así las células vegetales de daños causados por factores ambientales adversos, como la radiación ultravioleta o la contaminación.
La combinación de estos componentes bioactivos confiere a los extractos de algas un poder bioestimulante que beneficia a las plantas terrestres en diversas etapas de su ciclo de vida y en diferentes condiciones ambientales. Como resultado, el uso de extractos de algas se ha vuelto cada vez más popular en la agricultura sostenible y en prácticas agrícolas que buscan maximizar la eficiencia de los cultivos de manera natural.
Beneficios incontestables
En términos generales, las aplicaciones de extracto de algas marinas en las plantas: (1, 2, 3)
Aumentan la actividad metabólica de la planta.
Mejoran el vigor y el crecimiento vegetativo.
Potencian el desarrollo de las raíces.
Mejoran la síntesis de la clorofil·la.
Promueven la floración, el cuajado y la uniformidad de la fruta.
Mejoran la calidad nutricional del cultivo.
Retrasan el envejecimiento, con lo que extienden la vida postcosecha o de anaquel.
Aportan mayor resistencia a las adversidades climáticas como sequía, salinidad, altas temperaturas o heladas.
Alivian los efectos de enfermedades, bacterias y hongos (estrés biótico).
Ayudan en el control de plagas de insectos o en nematodes del suelo.
Mejoran las propiedades físicas del suelo y retención de humedad.
Incrementan la actividad de los microorganismos del suelo
Colaboran en la penetración y eficiencia de los tratamientos fitosanitarios.
Las ventajas del alga Ascophyllum nodosum
No todas las algas son iguales. Las que se manufacturan habitualmente para los extractos son las denominadas algas pardas. En ellas se encuentran Ascophyllum nodosum, Laminaria sp., Fucus sp., Macrocystis pyrifera, Ecklonia máxima y Durvillea sp. por ejemplo. Es importante destacar que la elección de la especie de alga puede variar el resultado final.
Entre los extractos de algas más utilizados e investigados encontramos a la especie Ascophyllum nodosum. Se trata de un alga parda cuyos extractos han demostrado ser activos biológicamente que estimulan a la planta a producir sus propias hormonas, contribuyendo en la absorción y translocación de nutrientes esenciales presentes en el suelo. El extracto de Ascophyllum nodosum puede aplicarse por vía foliar, al suelo o en tratamiento en semilla.
El éxito del extracto del alga Ascophyllum nodosum se debe a la diferente composición que presenta con respecto a otros subtipos de algas y especialmente frente a los otros dos más comunes, la Laminaria y la Ecklonia maxima.
En cuanto a la composición hormonal, Ascophyllum nodosum contiene importantes bioactivadores naturales, como ácido absícico (ABA), auxinas, citoquininas, y betaínas. La diferencia hormonal entre la Ascophyllum nodosum y la Laminaria se encuentra en las citoquininas, ya que la especie Laminaria no contiene esta hormona. Respecto la especie Ecklonia, es importante destacar que no contiene ni ácido absícico, ni auxinas ni betaínas.
Si nos centramos en los componentes, Ascophyllum nodosum tiene un mayor contenido en polisacáridos, un bajo contenido en proteínas y también contiene vitamina E, que tiene poder antioxidante.
Y si nos fijamos en los polisacáridos, Ascophyllum nodosum contiene fucoidan, que induce las defensas naturales de la planta, aparte de ácido algínico, laminarin y manitol. Es por este plus en las propiedades de esta subespecie de alga que es la que utilizamos en la elaboración de nuestro extracto de algas para bioestimulantes.
La importancia del método de extracción
Sin embargo, no solo la elección del alga determina los efectos del producto resultante. También el método extracción y el procesamiento influyen en la composición y, por lo tanto, en su efectividad como bioestimulante. Hoy en día se puede afirmar que el proceso de extracción es un elemento crítico y diferenciador en un extracto de algas.
En cuanto a los procesos de extracción podemos distinguir entre procesos químicos y procesos físicos. En los químicos las algas son atacadas generalmente por una base fuerte y se extraen todos los componentes solubles en ese medio, por lo que es posible que en estos procesos se puedan perder algunas de las cualidades de las algas en fresco.
En los procesos físicos no hay ataques químicos con lo que, con el producto resultante, puede obtenerse posteriormente una mejor respuesta de la planta tras la aplicación. La tecnología Seavert tech®
El perfeccionamiento de las técnicas de extracción condujo a manvert a registrar una tecnología denominada Seavert tech®, con la que se obtiene un extracto de algas superconcentrado y de máxima eficacia.
Seavert tech® es un método de extracción único que permite obtener productos claramente diferenciados en cuanto a composición y concentración. La tecnología Seavert tech® se caracteriza por ser un proceso físico sin sustancias químicas añadidas.
Gracias a esta tecnología obtenemos una mayor concentración de los principios activos del alga Ascophyllum nodosum mediante la extracción a presión diferencial. En dicho proceso, no aplicamos ni disolventes químicos ni elevadas temperaturas, lo cual asegura la conservación de sus propiedades: protección de la planta frente a situaciones de estrés, como estrés hídrico o salino, efecto bioestimulante, etc.
Ejemplos de bioestimulantes a base de algas
El extracto de algas que resulta tras la aplicación de esta tecnología Seavert tech® es la materia prima o uno de los componentes en la fabricación de numerosos bioestimulantes del catálogo manvert, según qué es lo que se busque conseguir.
Así, el extracto de algas es la materia prima del bioestimulante manvert sealgae, fabricado al 100% con este elemento, por lo que es un potente activador del crecimiento vegetativo.
En otros productos, el extracto de algas se suma a otros elementos dando como resultado un producto único. Es el caso de manvert foliplus (denominado manvert alcafol o manvert folikin en algunos mercados), que contiene en su composición este extracto de alga Ascophyllum nodosum elaborado con esta tecnología exclusiva.
manvert colorbrix, manvert ocean o manvert time son otros de los bioestimulantes manvert que contienen el extracto de algas patentado por la marca en diferentes concentraciones y con diferentes mezclas para lograr los resultados esperados en cada una de estas referencias.
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1 Craigie J. Seaweed extract stimuli in plant science and agriculture. Journal of Applied Phycology. 2011;23(3):371-393.
2 Battacharyya, D., Babgohari, M. Z., Rathor, P., & Prithiviraj, B. (2015). Seaweed extracts as biostimulants in horticulture. Scientia Horticulturae, 196, 39–48.
3 Norrie, J. (2016). Ascophyllum nodosum extracts: gifts from Poseidon to Theoi Georgikoi (the Greek gods of agriculture). ISHS Acta Horticulturae 1148: II World Congress on the Use of Biostimulants in Agriculture, (1148), 1–12.